La empatía (del vocablo griego antiguo εμπαθεια, formado εν, "en el interior de", y πάθoς, "sufrimiento" , lo que se sufre"), llamada también inteligencia interpersonal en la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, es la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir.También podemos conceptualizar la empatía como un proceso mediante el que un ser inteligente y emocional (por ejemplo, el homo sapiens y algunos animales) tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprendiendo sus actos, sentimientos y emociones. La empatía no es otra cosa que "la habilidad para estar conscientes de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás". En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de "leer" emocionalmente a las personas. La empatía es una cualidad clave para las relaciones interpersonales exitosas; probablemente sea una de las competencias emocionales básicas más relevantes. Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas. La empatía viene a ser algo así como nuestra conciencia social, pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.
Debemos saber que nuestras relaciones se basan no sólo en contenidos manifiestos verbalmente, sino que existen muchísimos otros mecanismos llenos de significados que siempre están ahí y de los que no siempre sabemos sacar partido. La postura, el tono o intensidad de voz, la mirada, un gesto e incluso el silencio mismo, todos son portadores de gran información que siempre está a nuestra disposición, para ser descodificada y darle la interpretación apropiada. De hecho, no podemos leer las mentes, pero sí existen muchas sutiles señales, a veces "invisibles" en apariencia, las cuales debemos aprender a "leer".
Las empresas e instituciones son cada vez más conscientes de la importancia de la citada competencia en las relaciones con sus clientes, especialmente en situaciones en las que el contacto directo es necesario (ejemplo, vendedores, atención al cliente, oficinas abiertas al público, directivos en las relaciones con sus colaboradores, políticos en la relación con sus votantes, profesores en la relación con sus almnos, etc).
Las características de una persona empática son (Goleman, 1998):
1.- Prestan atención a las señales emocionales que trasmiten las otras personan y saben escuchar.
2.- Se muestran sensibles y comprensivos con las posiciones de los demás.
3.- Se basan en la comprensión de las personas para colaborar en la resolución de sus problemas.
Los tres tipos de empatía destacados por Goleman (2007):
Empatía cognitiva. Es percibir lo que una persona pueda estar sintiendo y pensando. Esto es útil para, por ejemplo, una negociación o motivar a los empleados. No obstante, personas con unos rasgos psicológicos determinados (ejemplo, narcisistas, maquiavélicos y sociópatas), pueden estar especialmente dotados con esta capacidad, si bien utilizarla de manera totalmente despiadada, no simpatizando en absoluto en absoluto con la situación de otra persona, pero sí utilizándola en su propio beneficio.
Empatía emocional. Esta capacidad nos permite experimentar, física y emocionalmente, lo que puede estar sintiendo otra persona, mediante una reacción automática del individuo ante lo que ve en otro debido a la activación de un proceso reflejo psicológico causado por las denominadas neuronas "espejos".
Empatía compasiva. Este tipo de empatía determina un comportamiento espontáneo tendente a ayudar a la otra persona.